En última instancia, el “clima” de Google no es un fenómeno pure: está impulsado por decisiones, reacciones y, en ocasiones, errores humanos. Ya sea que los cambios sean heurísticos o impulsados por máquinas, todos están impulsados por la misma filosofía central y modelos de negocio.
SGE es un ejemplo perfecto. Todavía estamos esperando un lanzamiento amplio, lo que sugiere que a Google no le gusta del todo lo que ve. Es fácil criticar la calidad de cualquier resultado generado. Aún así, en términos generales, Google debe considerar el impacto en la calidad common, los ingresos publicitarios, la velocidad/latencia y el appreciable costo de implementar estos modelos.
Incluso la existencia misma de SGE fue impulsada por la presión del éxito público de OpenAI y su asociación con Bing de Microsoft, lo que aceleró el cronograma previamente conservador de Google. Estas decisiones van mucho más allá del propio algoritmo e incluso de las capacidades tecnológicas de Google. Para entender el futuro, tenemos que entender todas estas presiones.
Podemos aprender mucho de los últimos diez años, pero, en última instancia, tenemos que poder adaptarnos. La única garantía es que, mientras la gente necesite encontrar información, personas, lugares y cosas, tanto los motores de búsqueda como el advertising de búsqueda seguirán existiendo.
Para obtener una lista completa de las principales actualizaciones de algoritmos desde la actualización “Boston” de 2003, consulte nuestra Historial de actualizaciones del algoritmo de Google. Para obtener datos diarios sobre el flujo de clasificación de Google y las tendencias de las funciones SERP, visite nuestro MozCast Proyecto de seguimiento SERP.